Cultivar alimentos y fibras con técnicas industriales ha devastado nuestro clima. Creemos que la agricultura Orgánica Regenerativa puede ser una forma viable de ayudar a detener el cambio climático antes de que sea demasiado tarde.
Parte uno
La agricultura convencional contribuye con hasta el 25% de las emisiones que empujan la crisis climática. Los métodos Orgánicos Regenerativos construyen suelos saludables, los que ayudan a capturar el carbono de vuelta en la tierra.
Parte dos
Porque los suelos saludables capturan carbono, creemos que estos métodos agrícolas tienen el potencial de cambiar la forma en la que cultivamos alimentos y fibras, así como de restaurar la salud de nuestra tierra y el clima.
Parte tres
En 2017 ayudamos a establecer la Certificación Orgánica Regenerativa, una certificación agrícola holística que abarca tanto el bienestar de los animales de pastoreo, la justicia con agricultores y trabajadores, así como también robustos requerimientos para la salud del suelo y el manejo de la tierra.
Estas prácticas contribuyen a la construcción de un suelo saludable, el que puede ayudar a capturar más carbono desde la atmósfera que los métodos convencionales. Para conseguirlo, los agricultores emplean una variedad de métodos que han existido por milenios.
La agricultura orgánica significa no usar pesticidas ni fertilizantes sintéticos, organismos genéticamente modificados, antibióticos u hormonas de crecimiento.
Los agricultores siembran cultivos de cobertura, además de sus cultivos comerciales, para ayudar a incrementar la materia orgánica del suelo, secuestrar carbono en la tierra y reducir la erosión.
Los agricultores usan los desechos de la granja y los convierten en compost, el que actúa como un fertilizante y pesticida natural para el suelo.
Un procedimiento sistemático en el que distintas variedades de cultivos se rotan entre un año y otro.
Plantar múltiples variedades de cultivos, cercanos unos de otros, puede incrementar la productividad y mejorar la salud del suelo con el tiempo.
La labranza es una práctica común que involucra abrir, remover y voltear el suelo. Disminuir la necesidad de labrar puede ayudar al suelo a retener más agua, materia orgánica y potencialmente almacenar más carbono.
En 1996 decidimos usar solo algodón orgánico en nuestra línea de productos. Hemos llevado nuestros esfuerzos agrícolas aún más allá con una prueba para cultivar algodón en más de 150 granjas de pequeña escala.